Naasón Joaquín García, el líder de la iglesia La Luz del Mundo, se declaró inocente este martes en una corte federal de Manhattan de todos los cargos en su contra, que incluyen conspiración de crimen organizado, tráfico sexual y explotación infantil. La comparecencia del llamado «Apóstol de Jesucristo» marca un hito en el proceso judicial federal que lo acusa de dirigir una empresa criminal que, durante décadas, utilizó la estructura de la iglesia para abusar sistemáticamente de sus miembros.
Vistiendo un traje de reo color beige y con los pies esposados, Joaquín García (56 años) participó en una audiencia breve de aproximadamente 15 minutos ante la jueza de distrito Loretta Preska. El líder religioso, que se veía más canoso que en sus apariciones anteriores en cortes de California, fue trasladado desde una prisión estatal en Chino, California, donde cumple una condena de 16 años y 8 meses por delitos sexuales estatales. La próxima audiencia en el caso federal fue programada para el 15 de diciembre de 2025.
Los cargos federales y la respuesta de la defensa
La acusación federal, desclasificada el 10 de septiembre, presenta cargos contra Joaquín García y otros cinco acusados, entre ellos su madre de 79 años, Eva García de Joaquín. Las autoridades describen una empresa delictiva («Empresa Joaquín LLDM») que se habría dedicado, durante generaciones, al tráfico sexual de mujeres y niños, la producción de pornografía infantil, el trabajo forzoso y crímenes financieros.
- Alega la Fiscalía: El Ministerio Público alega que Joaquín García y sus cómplices manipularon la doctrina de la iglesia para crear una cultura de obediencia absoluta, coaccionando a víctimas —algunas de hasta 13 años— con amenazas de condenación eterna si se negaban a sus demandas sexuales o las reportaban. Se menciona que en algunas ocasiones se forzó a menores a realizar actos de incesto usando máscaras.
- Responde la defensa: Alan Jackson, abogado defensor de Joaquín García, rechazó categóricamente los cargos. En declaraciones a medios, calificó la acusación como «una pintura grotesca» y una «campaña imprudente de exceso gubernamental«, afirmando que se trata de acusaciones recicladas, sin fundamento y impulsadas por motivos ulteriores que serán desmentidas en corte.





