Es una multitud feliz en un ambiente festivo, moviéndose con la música y niños corriendo. El único problema es que el Servicio Secreto ha ordenado prohibir las armas en la arena, y es que este mitin es parte de la gran feria anual de la Asociación Nacional del Rifle, a un lado de extensas exposiciones de todo tipo de artefactos, y mucha de esta gente ha estado portando sus propias armas toda la semana aquí. Aunque hay un lugar para que guarden sus cuchillos fuera de la arena, aquellos que tienen armas de fuego deben regresar a sus autos u hoteles para dejarlas.
Asistir a un mitin de campaña de Trump el sábado pasado deja la impresión de que aun si el ex mandatario no fuese candidato, esta comunidad de sus simpatizantes estaría apoyando a alguien más que se le parezca, o sea, esto no es exclusivamente un fenómeno Trump, sino un segmento de la población que existía antes de su aparición en el escenario político, y que estará aquí después de que él desaparezca.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) dice tener 5 millones de miembros, pero hay evidencia de que ese número se ha desplomado un millón como resultado de escándalos internos entre el liderazgo de esta aún poderosa organización civil. Unos 70 millones votaron por Trump en la última elección, y decenas de miles de ellos siguen llegando a sus mítines de campaña por todo el país.
Después de tres horas de espera, las puertas de la arena se abren y ahí los fans esperarán otras tres horas antes de que llegue su líder. Buscan sus asientos y proceden a buscar hot dogs mientras escuchan música grabada que incluye Pinball Wizard, de The Who; Ring of Fire, de Johnny Cash, pero sorprende que justo antes del ingreso de Trump a la arena, se escucha a Pavarotti cantando Nessun dorma, de Puccini.
Asistentes a acto de campaña del republicano Donald Trump el sábado en Pensilvania.
“Durante cuatro años increíbles fue mi honor ser el mejor amigo que los dueños de armas que jamás han tenido en la Casa Blanca”, inicia Trump. “Cuando regrese a la Casa Blanca, nadie pondrá un solo dedo sobre sus armas de fuego, eso no sucederá”. El público levanta brazos hacia el orador y una mujer grita “te amamos”. El ex mandatario procede: “hace cuatro años les dije qué iba a pasar si Joe Biden llegaba al puesto: les dije que abriría nuestras fronteras, destruiría nuestra clase media, aplastaría la energía… éramos independientes en energía hace tres años, hoy le pedimos a Venezuela si podemos, por favor, tener un poco de su petróleo”, y recibe la reacción deseada, los abucheos. “Locura y caos en casa y en el exterior”.
Un enfoque principal del discurso son las “fronteras abiertas”. “Construimos 561 millas de muro fronterizo. Logramos que México enviara 28 mil soldados a nuestra frontera gratuitamente”, y dedica más de 10 minutos a explicar cómo fue que, a pesar de que “todos” dijeron que no sería posible convencerlo, logró que el presidente de México enviara esos militares. “Les dije que ellos tendrían que darnos los 28 mil soldados. Y una cosa llamada ‘permanece en México’. ¿A poco no es buena idea?”, y la multitud aplaude.
El presidente de México “me agrada”
“Me agrada el presidente de México, el ex presidente supongo que pronto será, alguien más estará tomando su lugar, y estoy seguro que me agradará la persona que tomará su lugar”, afirma. Repite entonces lo que se ha convertido en parte permanente de sus discursos, afirmando que amenazó a México con aranceles de 25 por ciento si no acordaba desplegar las 28 mil tropas a la frontera y establecer el programa Permanece en México, entre otras medidas.
Aunque el hilo principal del discurso fue sobre protección del derecho a las armas y el control de la frontera, muchos se levantaron para aplaudir a Trump cuando prometió que reducirá el financiamiento a escuelas que se atrevan a enseñar la historia del racismo en Estados Unidos o que apoyen a los derechos transgénero. “No permitiré a hombres en deportes femeniles”, aclaró.
Trump ofreció su lista de males desde que Biden llegó a la Casa Blanca: los “ilegales” siguen invadiendo, 300 mil personas mueren por fentanilo (insistió en que las cifras oficiales son mentira), los sindicatos y trabajadores se están quedando atrás y, subrayó ominosamente, que existe gran probabilidad de que estalle una tercera guerra mundial si Biden es relegido.
Es visible la habilidad y talento de Trump para nutrir la ira colectiva, y qué peligroso es eso, sobre todo si se combina con armas de fuego. Hora y media después, Trump concluye su performance.
El público se pone de pie y suelta gritos de apoyo mientras Trump poco a poco, sin prisa, sale del escenario. El festejo continúa, algunos bailan, y la gente va hacia las salidas de la arena al ritmo de la famosa canción de Village People, YMCA, aparentemente sin saber que esa rola es una especie de himno gay.
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