Redacción
La verificación vehicular en Puebla es uno de los trámites obligatorios para automovilistas y debe realizarse dos veces al año, pero para vigilar su cumplimiento, se instalarán radares que detectarán vehículos sin verificar.
En este año 2024, la verificación vehicular en Puebla tiene un costo de 628 pesos, pero para 2025 se espera que la tarifa aumente conforme a la inflación, pero incumplir con este trámite acarrea multas de más de 2 mil pesos, además de que es necesario para acceder a otros servicios, como canje de placas o tarjeta de circulación, cambio de propietario, pago de Control Vehicular, tenencia, entre otros.
Desde que se retomó la verificación vehicular en 2022, se creó la Policía Ambiental, que a la fecha realiza retenes en diversos puntos del estado para detener a quienes no portan la calcomanía de verificación vigente y exhortarlos a cumplir con el trámite en cualquiera de los 17 verificentros que operan en la entidad.
Desde luego que esta modalidad requiere más personal y no se logra abarcar con la totalidad de personas que no han verificado, de ahí que el gobierno del estado optará por aplicar un sistema similar a las fotomultas.
Esto quiere decir que mientras se transita por las vialidades del estado, los radares capturarán las placas de circulación y buscarán en el sistema si el vehículo cuenta con verificación vigente o no.
Tras la revisión, se registrará la fecha, hora y lugar de circulación, para notificar a la Secretaría de Medio Ambiente, aunque todavía se desconoce si después de esto se multará en automático al propietario del vehículo o si continuará la intervención de la Policía Ambiental, para exhortar a la gente a cumplir con el trámite.
El sistema de radares para detectar vehículos sin verificar en Puebla será operado por una empresa, ya que el gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina concesionará el servicio en próximos días.
En el Periódico Oficial del Estado (POE) se publicó el acuerdo que avala que la Secretaría de Medio Ambiente emita la licitación para definir a la empresa que será beneficiada con el contrato, cuyo monto y duración aún son desconocidos.
Una vez que se elija a la firma ganadora de la concesión, se informará cuántos radares habrá y si estos serán itinerantes o se instalarán de forma permanente en lugares específicos.