Este artefacto cuenta con un geolocalizador que permite a otras y otros ver la ruta de quien porte el bastón, además de un sensor que identifica obstáculos.
La vista, uno de los cinco sentidos. Quienes viven sin él presentan una serie de retos y limitaciones en el día a día. Según la Organización Panamericana de la Salud, existen al menos 1,300 millones de personas que viven con algún tipo de deficiencia visual: al menos 217 millones tienen limitaciones moderadas a graves, y 36 millones de personas tienen ceguera.
En México, la Sociedad Mexicana de Oftalmología estima que hay 2,237,000 personas con deficiencia visual y cerca de 416,000 personas con ceguera; esto coloca al país en el lugar 20 a nivel mundial con mayor número de personas con discapacidad visual o ceguera. En el caso de Puebla, las personas con alguna afectación visual representan el 42.1% de la población con discapacidad.
El acceso a la educación, a la libre movilidad, al mundo laboral, a una vida sin carencias y en condiciones dignas, no es una realidad para todas las personas de este sector. Instituciones como la CDH Estado de México afirman que la discapacidad visual es uno de los múltiples motivos por los cuales existe discriminación, y que existe un gran reto para la rehabilitación e inclusión integral de este sector.
Ximena Cisneros Rosete, estudiante de séptimo semestre de la Licenciatura en Ingeniería Biomédica de la IBERO Puebla, pudo aproximarse a esta problemática a través a uno de sus familiares, que vive con una discapacidad visual en la que necesita un bastón para moverse libremente.
El proyecto, llamado Gioxance, destacó en el FAB24 al representar una iniciativa innovadora y benéfica para las personas con discapacidad visual y sus familias.
“Muchas veces ella quiere salir con tranquilidad y buscar autonomía, pero cuando sale, su mamá se pregunta como habrá llegado, si estará en el lugar correcto, si tomó su camión o le habrá pasado algún accidente”. Esta preocupación no le permitía vivir al máximo su juventud, además de los obstáculos físicos que le impone la infraestructura de la ciudad, en la que difícilmente existen líneas guía en las vialidades o señalética en braille.
Así creó Gioxance, el prototipo de un bastón inteligente que contiene un geolocalizador que permite rastrear en tiempo real la trayectoria de su portador o portadora a través de una aplicación móvil, además de un grupo sensores láser, que detectan objetos u obstáculos que estén a 10 centímetros de la persona.
Este innovador artefacto brinda el beneficio de la autonomía y la seguridad a las personas ciegas o con algún grado ceguera, ya que les permite trasladarse de un punto a otro dando la tranquilidad a sus familias de que los pueden localizar. En caso de que no lo requieran o deseen mayor privacidad, pueden apagar el geolocalizador y continuar su camino únicamente con los sensores que integran su bastón.
Si bien, Gioxance todavía es un prototipo, Ximena ha encontrado en su Casa de Estudios las instalaciones, el equipo y profesorado necesario para llevarlo al siguiente nivel, que es poder “llevarlo mucho más lejos y que pueda darle más autonomía a quien lo necesite”.
