Las recientes elecciones en Venezuela me hicieron «click» con lo que vivimos en México hace poco más de dos meses. Con casi dos meses de diferencia, las elecciones y el ambiente entre México y Venezuela son diferentes, pero tan parecidos…
A principios de junio, los «ganadores» aquí se empeñaron, y se siguen empeñando, en «convencer» de que los críticos del partido oficial estaban en una burbuja y que tuiter no es la vida real. Pero yo no creo eso.
La burbuja
En Venezuela, los mítines de Nicolás Maduro estaban casi vacíos, había gente que llegaba en camiones, con sus pancartas, mujeres agradeciendo al chavismo al borde de las lágrimas, pero no alcanzaba para llenar… ¿no les recuerda algo? Aquí, los mítines de campaña de la corcholata oficial se veían igual. Los que vieron, ya sea en imágenes o en vivo y a todo color, pudieron constatar que muchas personas no iban por convicción, sino a tomarse la foto para cumplir, a pasar lista, a recibir su pago e irse.
Del otro lado, en la oposición, la esperanza, la alegría, se notaba en el rostro de los asistentes, quienes acudían convencidos de una cosa en común: quitar al régimen actual. Ese pequeño detalle es el que no cuadra con el eslogan oficial de «la vida real no es tuiter» o «viven en una burbuja». Me parece que los que viven en una burbuja son otros…
Señales
No somos Venezuela, pero de seguir por donde vamos, no me queda duda que para allá vamos. El gobierno venezolano tiene cooptado a los demás poderes. Los encargados de la elección, con todo y el personal y los recursos del estado, no han podido escanear y mostrar las solicitadas boletas electorales, cosa que sí ha podido hacer la oposición.
En México, estamos en el camino, con una cabeza del INE a favor del obradorato y un tribunal electoral con 3 de 5 consejeros claramente morenistas.
El presidente Nicolás Maduro le ha declarado la guerra a distintas redes sociales en los últimos días. López Obrador propuso lo mismo en 2021, y el pasado 5 de agosto, en su conferencia matutina, planteó crear «nuevas plataformas», ¿con qué fin? Con todo el poder que tendrán gracias a una mañosa sobrerrepresentación, los otros poderes cooptados por el régimen y ningún contrapeso… ¿a cuántos años estamos de Venezuela?
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