Desde la semana pasada, en varios medios, han salido «notas» en las que acusan que la UNAM es excluyente, que deja al 90% de aspirantes sin educación superior, incluso, que el aumento de matrícula no se compara con el incremento de presupuesto. ¿La presión sobre la UNAM pasó del atril de las Conferencias Matutinas, a los medios al servicio del poder?
Rechazo e inclusión
La nota más comentada fue sobre lo «excluyente» que es la máxima casa de estudios del país. Si bien es cierto que gran número de aspirantes no logra ingresar, esto no se debe a que la Universidad de la Nación sea excluyente, sino a otros motivos.
Algunos analistas, piden mejorar la educación básica y media superior, para que los que presenten el examen logren mejores puntuaciones y, con ello, el tan anhelado ingreso. Sin embargo, no es lo único que se requiere.
Casi todos los que aspiran a estudiar una licenciatura en la UNAM saben que se enfrentan a un gran desafío. Muchos se preparan por meses, o años. Algunos hacen varios intentos, logrando quedarse al segundo, al tercero, jamás lo logran.
Aún cuando todos los aspirantes logren el puntaje perfecto, como Mariana Yalí Lozano lo hizo en la reciente convocatoria para la Facultad de Medicina, la UNAM no podría recibir a todos. Ninguna universidad tiene la capacidad para recibir a todos los que desean estudiar una licenciatura. Se trata de infraestructura y presupuesto para docentes, mobiliario, material, libros, mantenimiento…
Presupuesto
Con respecto al presupuesto, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, dijo en un mitin de campaña que «con respeto a la autonomía de las universidades (…), el aumento a la inversión en las universidades públicas tiene que, desde mi punto de vista, ir acompañado también de un proceso de austeridad republicana… Lo digo como universitaria, fui parte del movimiento estudiantil y conozco las universidades públicas”.
De acuerdo con la posición de la virtual presidenta electa, se debe realizar un estricto proceso de revisión, respetando la autonomía, donde el presupuesto no se vaya en «engordar una burocracia». Es decir, pretende que se contrate un mayor número de maestros, por ejemplo, y al mismo tiempo incrementar el trabajo del personal administrativo.
Algunos comparan sólo las cifras de este siglo: 46.41% de crecimiento de matrícula, contra 55.98% de aumento al presupuesto. Pero estas cifras hay que desmenuzarlas. De 2016 a 2023, la tasa de crecimiento de presupuesto y matrícula de la UNAM fue de -4.7% y 7.8%, es decir, el presupuesto decreció, y aún así la máxima casa de estudios del país recibió a más alumnos.
A pesar del mínimo incremento respecto al ejercicio anterior, y a las críticas desde la persona con mayor poder en el país, la UNAM ha logrado incrementar la matrícula. Por otro lado, de los cerca de 56 mil millones de pesos del presupuesto 2024 de la UNAM, casi 62% fue destinado a la docencia y 26.16 a la investigación. Para los programas de licenciatura y posgrado, la UNAM destinó 27 mil 139 millones de pesos.
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