Hoy en día todo lo queremos rápido, para ya, y una de esas cosas es cargar rápidamente nuestro celular, porque no se puede quedar sin batería. Pero ¿sabes cómo funciona la carga rápida? En corto, con un alto voltaje que acelera la carga.
¿Cómo funciona?
Las baterías comunes, de iones de litio, son muy sensibles a los voltajes altos, por ello se calientan mucho. Además, la batería se carga a diferente velocidad, al principio es constante, a mitad de la recarga va disminuyendo, hasta llegar a cero, como forma de protección de la batería.
Y las baterías de carga rápida aprovechan en su favor la primera fase de carga, cargando lo más rápido posible antes de que el flujo decaiga. Suben de 5V a 9V o hasta 20, aunque actualmente esos valores ya se consideran de carga lenta si vemos los 100 vatios con el sistema Quick Charge 5.0 de Qualcomm. Pero no todos los celulares soportan esta carga. Para que puedan cargarse de esta manera, a los celulares se les adicionan un Buck converter, que son unos circuitos que convierten el alto voltaje en bajo. Los buck converters mantienen la intensidad de la corriente, cargan más rápido y no dañan la batería.
Traducir la etiqueta
Al revisar las especificaciones, algunos cargadores anuncian que se llega a un porcentaje de batería alto, alrededor de 60 o 70%, en determinado tiempo, por ejemplo, en 20 o 30 minutos. Lo anterior significa que la mayor parte de la batería se cargará en poco tiempo, pero el restante podría tardar mucho más.
¿Cómo saber si mi celular soporta la carga rápida?
La manera más rápida es ver las especificaciones en el cargador, si es el cargador original, si dice 2A/5V, es decir 10W, es carga normal. Incluso, actualmente, una caga estándar es alrededor de 30W. También podemos ver si el celular tiene esta facilidad porque aparece un ícono que lo indica, incluso un mensaje, al momento de empezar a cargar. Otra opción es verificar este dato en Ajustes, Batería, algunos smartphones indican si cuenta con ello.
La mayoría de los smartphones Android, en este continente, usan cables USB tipo C, en ellos la carga rápida comienza más allá de los 15W. La carga rápida, al usar valores fuera del estándar, requiere cargador y cable propios.
La carga rápida inalámbrica funciona de manera similar, con las diferencias de que la electricidad se transmite por el aire y la carga suele ser más lenta.
El cargador y el cable
Como mencionaba líneas arriba, la carga rápida no sólo depende del móvil, también del cargador y su cable.
Para estar seguros de que nuestro cargador es de carga rápida lo mejor es comprarlo en tiendas bien establecidas. De esta manera, sólo será cuestión de ver las especificaciones de la caja. Mientras que para verificar un cargador que nos venden en otro sitio tendríamos que usarlo para comprobar si carga rápidamente.
En tanto, con los cables es un poco más complejo. En primer lugar, tendríamos que revisar que sea un cable USB con más de 2A (amperes). Asimismo, algunos portan una etiqueta con su descripción. También, un cable más grueso generalmente transporta una fuerte corriente eléctrica. Usarlo para cargar el celular es una manera fácil de comprobar si es de carga rápida. Finalmente, igual que con los cargadores, comprarlo en una tienda y distribuidor autorizado es garantía de que obtendremos un cable auténtico, que cumple con los estándares y que no dañará nuestros dispositivos.
Ventajas y desventajas de la carga rápida
La ventaja más visible es la que encabeza este artículo, la carga rápida, menor tiempo en cargar la mayor parte de la batería. Además, es segura, pues antes de salir al mercado ya se hicieron pruebas pertinentes.
Sin embargo, en la carrera por ver quién es el más rápido, los fabricantes están llegando al límite de la seguridad para los celulares. A largo plazo, podría deteriorar la batería.
Por otro lado, sea un cargador convencional o uno de carga rápida, el mayor peligro es el calor. Si la temperatura es mayor a lo recomendado, las baterías se desgastan más de lo normal. Por ello, actualmente están desarrollando sistemas de carga rápida que no eleven la temperatura o con refrigeración incorporada.
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