Los franeleros del estacionamiento del Estadio Cuauhtémoc son una queja constante de quienes acuden a ver los partidos de futbol del Club Puebla o los juegos de béisbol de Pericos, por eso la duda constante es si se irán o continuarán operando.
Los reclamos obedecen principalmente a los costos excesivos que imponen, los cuales son completamente al gusto de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) “28 de Octubre”, que se ha apoderado de ese espacio con tolerancia de las autoridades.
Es por eso que no existe una regulación de tarifas y cambian conforme al evento que se trate, por ejemplo, en los partidos de Puebla contra América o Chivas, o en juegos de liguilla, el estacionamiento es más caro que cuando vienen otros equipos. Lo mismo cuando Pericos disputa partidos decisivos.
Usuarios han denunciado que incluso el cobro es diferenciado con base en la apariencia de la gente y el modelo de auto que llevan, por lo que se han reportado cobros de hasta 500 pesos por vehículo.
Esto ha ocasionado varias riñas que han acabado en personas heridas y daños en autos, como cristales rotos y rayones, así que cada que esto ocurre resurge la exigencia de una regulación.
Hace unos meses, a partir de una riña que hubo, el gobierno del estado planteó la posibilidad de concesionar el estacionamiento para implementar parquímetros, con tarifas fijas establecidas por la empresa y así expulsar a los llamados franeleros o “viene viene”
Sin embargo, la idea quedó en el aire, no se materializó ni se concretará en lo que resta del actual gobierno que concluirá en diciembre.
Este miércoles el secretario de Gobernación estatal, Javier Aquino Limón, refirió que hubo complicaciones legales para llevar a cabo la concesión, así que la UPVA “28 de Octubre” continuará operando, al menos lo que resta del año.
El nuevo gobierno del estado entrará en funciones el 15 de diciembre y será quien determine cómo regular a los franeleros del estacionamiento del Estadio Cuauhtémoc, para evitar más conflictos por cobros excesivos.