Fake: Si no hay elementos probatorios, entonces no hay prisión preventiva oficiosa

por | Dic 1, 2024 | Fake, Nacional

¡A ver, alto ahí! Parece que algunos se han enredado con el tema de la prisión preventiva oficiosa y andan diciendo cosas raras. Pero antes de que sigas sumergido en el mar de confusión, calma. Hoy vamos a desenmarañar esta madeja de palabras y conceptos legales con un toque de humor y un poco de claridad. ¡Sí, porque esto ya es un enredo digno de un thriller!

¿Prisión preventiva oficiosa o justificada?

La senadora Andrea Chávez, con su característico estilo directo, dejó claro el otro día lo que está en juego: “¿Qué significa que sean considerados delitos graves? Que ameriten prisión preventiva oficiosa.” Pero, espera, ¿qué diablos es eso de la prisión preventiva oficiosa? ¡Vamos a aclararlo!

Primero, tenemos que entender que existen dos tipos: oficiosa y justificada. La primera es un tema automático: si alguien comete un delito grave, ¡pum!, a la cárcel sin mucho cuestionamiento. La segunda, la “justificada”, es más cool, porque pasa por un juez que tiene que ver si hay pruebas o no. Y sí, por ahí es donde la senadora le pone sazón al tema:

Si no hay elementos probatorios o de investigación que puedan vincular a proceso a esta persona, entonces no tendría por qué imponerse la medida cautelar de la prisión preventiva oficiosa.”

Mmmm, como que algo no cuadra…

¿Entonces está justificada o no?

Lo que la senadora describe es la prisión preventiva justificada, no la de oficio, que es la que impulsa su partido.

En la prisión preventiva justificada, el juez tiene que analizar si hay riesgo para la víctima, si el proceso está en peligro o si el acusado puede fugarse. O sea, no es solo “te meto en la cárcel porque sí”. Hay que comprobar que realmente hay un motivo, algo más que el dinero o las apariencias.

Si el juez determina que no hay suficientes elementos de prueba o que el acusado no representa un riesgo, entonces no debería haber prisión preventiva, ni de la justificada ni de la oficiosa. Claro, eso parece obvio, pero en la política todo se complica.

«Defender a los delincuentes», ¿en serio?

En medio del debate, la senadora también lanzó una bomba: “Ustedes vienen hoy a defender a los delincuentes, ¿y quién defiende a las víctimas?”. ¡Zas! Esto podría haber sido el título de una serie. El tema es que no se trata de defender a los criminales, sino de asegurarnos de que se apliquen las reglas del juego con justicia y no solo con prejuicios.

Aquí no se trata de ser lenientes con los criminales, sino de evitar que personas inocentes terminen tras las rejas sin pruebas que lo justifiquen. Y, sí, como apunta la senadora, no es lo mismo una persona acusada de un crimen con millones en su bolsillo que alguien sin recursos que no puede ni comprar una buena defensa.

¿De verdad afectan a los pobres?

Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. La senadora menciona que ciertos delitos como la extorsión, el narcotráfico y la creación de facturas falsas son delitos que generan grandes réditos económicos. Y claro, los criminales con plata tienen todos los medios para darse a la fuga. Pero eso ¿acaso está actuando como juez y dando por hecho que los acusados de estos delitos son delincuentes?

Lo que está diciendo, de alguna manera, es que un extorsionador o narcotraficante, si tiene dinero, podría intentar huir. Pero, ojo, que la prisión preventiva oficiosa no debería aplicarse a la ligera. Si no hay pruebas, no hay razón para aplicar la medida cautelar. Y eso es lo que algunos parecen olvidar. No es solo cuestión de “tener plata” o “ser peligroso”; lo que importa es si hay elementos que realmente vinculen al acusado con el crimen. Tiene que haber algo más que la simple acusación.

Todo en su justa medida

Entonces, ¿qué tenemos? Si no hay elementos probatorios, no debería aplicarse la prisión preventiva. Así de simple. Si el Ministerio Público no tiene las pruebas necesarias para vincular a una persona a un delito, no hay cárcel.

Pero justamente la Prisión Preventiva Oficiosa no requiere de pruebas, ni de un análisis para determinar si una persona debe ser encarcelada o no. Las recientes aprobadas reformas piden que se aplique la ley literalmente, es decir, si la ley dice que si se le acusa a alguien por un delito debe ser encarcelado, así deberá de ser, sin importar el contexto. Es decir, lo contrario de lo que la senadora dice.

Justicia

Así que ya lo sabes: no todo lo que brilla es oro, ni toda acusación merece cárcel sin pruebas. La prisión preventiva debe ser, como su nombre lo indica, una medida extrema y bien justificada. Y que no se te olvide, la justicia debe ser para las víctimas y para los acusados.

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