La seguridad es un tema primordial para la población. En una ciudad segura se puede trabajar y divertirse con la certeza de regresar con bien a casa. Desde hace casi un par de décadas hemos visto cómo se multiplican los casos de falsos retenes, enfrentamientos en bares, incluso, asesinatos en plena vía pública y a la luz del día. A pesar de esto, y de las advertencias tanto de familiares como de las autoridades, los jóvenes siguen saliendo a divertirse; la juventud no puede quedarse encerrada.
¿Cuánto gasta el mexicano en su seguridad?
Por otro lado, en cuanto a la inversión que hace la población en su seguridad, se estima ésta es de un 10% de los ingresos, ya sea en la compra de una alarma, que ronda entre los 3 y 10 mil pesos, o entre 3 y 6 mil pesos mensuales para la contratación de un guardia de seguridad para la privada o condominio. De acuerdo con el índice de paz 2024, realizado por Instituto para la Economía y la Paz, el impacto económico de la violencia por cada uno de los mexicanos en 2023 fue de $37,430.
Un poco de contexto
Esta creciente inseguridad nació por allá del 2006. ¿Data? Cuánto aumentó el número de homicidios antes del 2006? Creció allá, por el 2012. Y ha madurado en el presente sexenio. La inseguridad se ha atribuido al crecimiento de bandas criminales y su expansión en el territorio mexicano. ¿Acaso la guerra no funcionó?, ¿y los abrazos?
Antes de 2006 las cifras de homicidios iban a la baja. De acuerdo con datos del INEGI, el promedio quinquenal de 1990 a 1995 era de una tasa de 17.2 por cada 100 mil habitantes, bajó a 13.7 para el quinquenio de 1995 a 2000, bajó nuevamente para el quinquenio de 2000 a 2005 a 9.7, encontrando en 2007 el punto más bajo de los últimos 34 años, con de ocho víctimas de homicidio
La guerra contra el narco, Felipe Calderón marca registrada, marcó el inicio a una serie de enfrentamientos entre la autoridad y los cárteles mexicanos. Los enfrentamientos dieron como resultado un saldo rojo para la sociedad civil. Oficialmente, los saldos de esta guerra son de 121,613 muertos y más de 40 mil desaparecidos.
Durante el mandato de Enrique Peña Nieto, las cifras no mejoraron. La cifra de homicidios llegó a 157,158. Por otro lado, se contabilizaron 100,046 desaparecidos.
La investigación «El país de las 2,000 fosas» detalla que se encontró alrededor de ese número de fosas entre 2006 y 2016. Hasta octubre de 2023 la cifra había alcanzado las 5,698 fosas clandestinas, 2,835 al 1o de diciembre de 2018. Es decir, 2,863 en el presente sexenio, hasta octubre del año pasado.
Con los homicidios y los desaparecidos la situación no mejoró. Al 30 de julio de 2024 la cifra de desaparecidos alcanzó los 141,994. Con respecto a los homicidios, el mismo presidente, Andrés Manuel López Obrador, reconoció en la conferencia matutina del lunes 29 de enero de 2024, que terminará su sexenio con el récord en muertes. De acuerdo con los datos del INEGI, al 17 de junio de 2024 se registraron 190,098 asesinatos.
Violencia y paz a nivel Mundial
De acuerdo con el Índice de Paz Global (GPI, por sus siglas en inglés), México se encuentra entre los países menos pacíficos del mundo. Sólo abajo de Líbano y Palestina, y por encima de Niger y Libia. Incluso, Ucrania y Myanmar se encuentran mejor posicionados que México.
Presupuesto contra el narco
En cuanto a recursos no se ha escatimado. Año con año se destina mucho dinero al ejército. En el gobierno de Calderón el presupuesto inicial para las fuerzas armadas pasó de $32,200,896,500, en 2007, a terminar con $55,610,989,782 en 2012.
El periodo de 2012-2018 arrancó con $60,810,570,686 y llegó a $81,021,903,813. Además, la estrategia de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto se mantuvo muy cercana a la del sexenio anterior.
Por su parte, el recurso inicial con el que el ejército contaba en el actual gobierno fue de $93,670,187,410 en 2019, y está concluyendo con, aproximadamente, $259,400,000,000. La justificación de este incremento es la militarización de las obras, principalmente, el tren maya.
Es decir, en el presente gobierno, las tareas de las fuerzas armadas se han encaminado a la construcción de infraestructura, las llamadas mega obras, del actual mandato.
Estrategias contra el crimen organizado
Asimismo, la política para enfrentar al narco cambió radicalmente este sexenio. De los enfrentamientos se pasó a la inacción, como pudimos verlo en los testimonios videográficos que muestran cómo grupos armados se pasean por el territorio mexicano ante la indiferencia de las fuerzas armadas. Incluso, en ocasiones, los papeles se han invertido y han sido los «civiles» los que persiguen a los militares.
La política actual, «Abrazos, no balazos», fue la propuesta para terminar con los «daños colaterales», es decir, con los asesinatos de civiles en medio de las confrontaciones entre el crimen organizado y el ejército. Sin embargo, lo que se pensó que disminuiría el índice de homicidios, no resultó. O resultó en el empoderamiento de los grupos delincuenciales.
En su conferencia matutina del viernes 22 de marzo de 2024, el presidente López Obrador declaró que, en efecto, «había optado por no enfrentar a las bandas del narcotráfico para darle más atención a la seguridad pública. Es un criterio, y nosotros lo que queremos es la paz, la tranquilidad en nuestro país, que no haya asesinatos, que no haya secuestros. No vamos a actuar como policías de ningún gobierno extranjero, primero México, primero nuestra casa. Y desde luego que sí ayudamos y cooperamos en el combate a las drogas, sobre todo porque ya se convirtió en un asunto muy delicado, triste, humanitario, porque pierden la vida muchos jóvenes en Estados Unidos por el fentanilo.»
Con su declaración, López Obrador reconoce que no se combate a los cárteles y que si lo hiciera sería para hacerle el trabajo a Estados Unidos, porque, de acuerdo con el mandatario, en México no hay consumo, sin embargo, en este sexenio no se ha hecho la Encuesta Nacional de Adicciones, por lo que no podemos saber si, en efecto, hay o no menos consummo. Al mismo tiempo, señala que los esfuerzos del gabinete de seguridad, que se reúne todas las mañanas a las 6 am, están enfocados en disminuir secuestros y asesinatos.
Combate al narco
Cada sexenio hay capturas relevantes para presumir. Por ejemplo, en el periodo de Vicente Fox se detuvo a Miguel Ángel Guzmán, hermano de Joaquín Guzmán, y a Benjamín Arellano Félix, del Cártel de los hermanos Arellano Félix. Felipe Calderon puede, además, alardear de haber capturado a uno más que su antecesor, Arturo Beltrán Leyva, Alfredo Beltrán Leyva y Edgar Valdez «La Barbie», todos integrantes del Cártel de los Beltrán Leyva.
Por su parte, Enrique Peña Nieto aprehendió en 2014 a Joaquín Guzmán Loera, «El Chapo», líder del Cártel de Sinaloa, pero se le escapó en 2015… para volverlo a capturar en 2016 y esta vez extraditarlo a Estados Unidos. Peña Nieto también capturó a Servando Gómez, «La Tuta», de Los Caballeros Templarios. En el actual sexenio, Andrés Manuel López Obrador arrestó a Ovidio Guzmán López, líder de Los Chapitos, en 2019 y ordenó ponerlo en libertad casi de inmediato; pero fue recapturado en enero de 2023. También aprehendió a Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara.
Sin embargo, el actual mandatario parece apostarle a que los grupos criminales hagan el trabajo de seguridad. En su mañanera del 15 de junio de 2022, afirmó que «hay lugares en donde predomina una banda fuerte y no hay enfrentamientos entre grupos y por eso no hay homicidios, se los explico más, es interesante. Por ejemplo, en Sinaloa, no está Sinaloa entre los estados con más homicidios. Es que hay una sola banda, la mayor parte de los homicidios, 75 por ciento tiene que ver con enfrentamientos entre grupos”.
Narcotráfico en México: territorios y líderes
De acuerdo con el informe realizado por AC Consultores el 81% del territorio mexicano tiene presencia de algún grupo del crimen organizado. Los Estados con mayor presencia del CO son: Oaxaca, Chihuahua, Estado de México, Michoacán, Veracruz, Jalisco, Guerrero y la CDMX. También hace un desglose por municipios, en el top 5 se encuentran: Tepalcate, Michoacán; Gustavo A. Madero, CDMX; Iztapalapa, CDMX; Juárez, Chihuahua y Asunción Ixtaltepec, Oaxaca.
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tiene la mayor presencia en el país, y se encuentra en 28 estados. Los únicos Estados donde no tiene «sucursales» es en Sinaloa, Durango, Coahuila y Campeche.
Le sigue el Cártel de Sinaloa con presencia en 24 estados de la República. Se salvan del CS, Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Michoacán y Morelos.
Mientras tanto, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Veracruz, Estado de México, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo no están libres del Cártel del Golfo, quien tiene presencia en estos 10 estados.
Asimismo, AC Consultores hace un desglose por municipios, siendo el CJNG el que tiene mayor presencia, en 427 municipios, seguido de Los Zetas en 411 y el Cártel de Sinaloa con 293. El informe es tan detallado que, incluso, los rankea por total de kilómetros cuadrados, es decir, de la superficie en donde se encuentran; y por partido político que gobierna cada municipio.
AC Consultores es una empresa enfocada en consultoría de inteligencia estratégica, táctica y operativa en materia de seguridad. En su informe 2024, que analiza informes de la Sedena Leaks e informes publicados hasta enero de 2023, también enfatiza que el 86% de la población mexicana, es decir, 108.66 millones de habitantes, está en riesgo por la presencia del CO.
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