El paso de Otis por Guerrero nos recordó el FONDEN y desde el aviso de que el huracán Beryl llegaría a la Península de Yucatán nos volvimos a preguntar qué pasó con este fideicomiso.
El Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) era un fideicomiso creado para apoyar a la población cuando ocurría un desastre. El apoyo consistía en realizar actividades de emergencia, recuperación y reconstrucción en la zona afectada. Los recursos se obtenían de manera inmediata para la atención frente a sismos, huracanes, inundaciones, explosiones, sequías y cualquier desastre natural.
El FONDEN se activaba a partir de una declaratoria de desastre que emitía el gobierno federal, y con esa declaratoria se encaminaban los recursos a través de los estados y las instancias federales correspondientes para ayudar a la población damnificada.
El fin del FONDEN
Este fideicomiso dejó de existir el 21 de octubre de 2021, luego de que el titular del ejecutivo federal denunciara que había mucha corrupción en la administración del mismo y que los recursos no se destinaban a los damnificados. A raíz de ello, el FONDEN y 108 fideicomisos más fueron extintos por el Senado de la República.
Estas denuncias de corrupción no tuvieron consecuencias, pues no hay casos que se hubieran documentado o presentado ante las autoridades correspondientes.
Una vez extinto el fideicomiso del FONDEN, más de 30 mil millones de pesos fueron retirados para reasignarse a megaproyectos de infraestructura de la presente administración y para la compra de vacunas contra el Covid-19. Una de las megaobras más beneficiadas fue el llamado Tren Maya.
Los apoyos ante desastres
Sin embargo, el presidente afirma que el FONDEN sí existe, que sólo desapareció la oficina que lo manejaba, pero no los recursos. De acuerdo con el gobierno federal, cuentan con un programa del mismo nombre y que éste tenía una reserva de US$992 millones para atender a la población por los daños que causó Otis.
Adicionalmente, la Secretaría de Hacienda detalló, en octubre de 2023, que el país cuenta con dos apoyos adicionales al FONDEN: el seguro de catástrofes 2023-2024, por US$275 millones para atender daños en las áreas de salud, educativa, hidráulica, carretera, urbana y de vivienda; y el bono para catástrofes que México tiene con la Alianza del Pacífico, por US$485 millones, aproximadamente.
El nuevo FONDEN
El nuevo FONDEN, programa en el ramo 23, está a cargo de la Unidad de Política y Control Presupuestario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Este nuevo programa no permite que se acumulen recursos, como pasaba con el fideicomiso. Asimismo, tampoco permite que los recursos se usen de forma plurianual.
Entre las reglas bajo las que se rige el nuevo FONDEN, se permite que los fondos puedan usarse para la compra de medicinas y otros usos, sin precisar qué usos, en «casos extraordinarios».
De acuerdo con el presidente, hay un nuevo protocolo para actuación ante desastres. La etapa preventiva está a cargo de Protección Civil. La Sedena y la Marina realizan una actuación inmediata ante desastres. Enseguida, se realiza un censo casa por casa, con este censo se obtiene el número de inmuebles dañados. Finalmente, se entregan recursos a los damnificados,
casa por casa.
Recursos del FONDEN
En 2018 el fideicomiso contaba con 41 mil 400 millones de pesos. En 2019, con 13 mil 504 millones de pesos, una reducción del 67%. En 2020 pasó a 30 mil 955 millones de pesos, un crecimiento de 129%.
En 2020, debido a la pandemia por Covid-19, se desaparecieron 109 fideicomisos. El gobierno federal justificó este movimiento con la urgencia de comprar vacunas, pero la mayor parte del dinero se destinó al Tren Maya.
Tras su «conversión» a programa, el FONDEN tuvo para 2021 una reducción de 72%, es decir, 8 mil 778 millones de pesos. Para 2022, la bolsa «subió» a 9 mil 130 millones de pesos. Para 2023, a 17 mil 245 millones, pero la SHCP lo recortó a13 mil 702 millones de pesos.
Acapulco y Otis
El año pasado vimos las acciones que tomaron las autoridades federales. En ese entonces, el subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, Juan Pablo de Botton, aseguró, ante la emergencia en Guerrero por Otis que se contaba “con el presupuesto para poder hacer la atención, pero, realmente a la hora de atender una emergencia, no hay límites. Vamos a buscar, de todas las maneras que sean posibles, el que se atienda en lo que requiere a la gente de Guerrero”.
Gran parte de los recursos del nuevo FONDEN se destinaron a la asistencia social y no en la reconstrucción de infraestructura dañada.
Resultado de lo anterior, damnificados del huracán Otis se han manifestado en distintas ocasiones, reclamando la falta de apoyos para reconstruir sus hogares, pese a haberse registrado en los módulos de la Secretaría del Bienestar, así como en el portal de internet de la dependencia.
¿Veremos repetirse esta situación en futuros desastres naturales?
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