Casi inmediatamente después de anunciarse «ganadores», la 4T y su legión de fans dieron por hecho la Reforma al Poder Judicial. La voz de la oposición no tardó en escucharse, disminuída después de las elecciones, apagada, dubitativa, triste, enojada, reflexiva, incrédula, resignada…
Las pocas voces críticas que quedan, han levantado la voz en contra de la eliminación del Poder Judicial actual. La reforma plantea quitarlo de raíz y plantar uno nuevo, como si las semillas de rosa brotaran en menos de un día.
Reemplazar a todo el Poder Judicial con uno nuevo hace que todos los integrantes se enfrenten al reto de aprender todo, en todas partes, al mismo tiempo. Algo parecido a correr a todos los operadores de una fábrica y contratar nuevo personal, algo que cualquier dueño sensato evitaría.
AMLO y la reforma vs Claudia
Mientras tanto, al interior de Palacio Nacional se vivió una lucha que los oficialistas quisieron ocultar pese a las evidencias. Claudia Sheinbaum, virtual próxima primer presidenta de México (VPPM), virtual en los dos sentidos de la palabra, ofreció hacer una consulta, reduciéndola a encuesta, reduciéndola aún más a que la haría su partido… apenas a un poco más de mil personas por cada casa encuestadora.
Pese a que la mayoría de los encuestados respondió a favor de elegir a jueces por voto popular, y, lo que es más alarmante, pese a que el propio Andrés Manuel dijo que eso era inamovible, la VPPM ofreció hacer diálogos para escuchar a todos. Magnánima.
Los diálogos por la reforma al Poder Judicial
Lo que dice Claudia es ley y se cumplió. Empezamos con el pie derecho, o izquierdo, por aquello de las ideologías. Iniciaron los diálogos con una impecable participación de la Ministra Batres que acudió por la firme convicción de que lo que ella representa está mal: ser impuesta por un poder, sin tener el apoyo de la mayoría (en el poder legislativo). La multitud coreó su nombre. Los diálogos tuvieron tanto ésito que lo más relevante y viral fueron los videos de la gente gritándole.
En cambio, en el primer foro de los Diálogos Nacionales para la Reforma al Poder Judicial llevado a cabo el pasado jueves 27 de junio, la suerte de Lenia cambió radicalmente, y pasó de los gritos a los aplausos. Pero ese no fue el único cambio.
En un hecho insólito (guiño, guiño), Ricardo Monreal habló y se fue sin escuchar a los ministros de la corte. Lo demás que sucedió ese día ya se esperaba: que fuera una pantomima, que la mayoría aplastante aplaudiera a sus aplaudidores, que dejaran que uno de los suyos cerrara el foro, hasta que Noroña delatara a Monreal. Quizás lo que nadie, o pocos, vieron venir fue que la Ministra Loretta se pronunciara en contra de la reforma. Y tal vez lo más turbio fue que el representante del Fiscal General dijera que «la porra los saluda».
La mayoría aplastante
Otra situación que también se esperaba, es que los críticos de la 4T y la oposición exigieran un verdadero ejercicio de intercambio de ideas y no un montaje. Y, claro, también se esperaba que las hordas guinda reaccionaran.
La porra cuatritransformada ha expresado que la oposición debería de dar las gracias por escucharlos, pero que de todas formas la 4T se va a imponer. Esa reacción los pinta de cuerpo entero: buscan venganza, pero no de los priístas que integran su partido, sino de todo aquel que los cuestione.
Lo curioso es que los oficialistas llamen «defender la voluntad del pueblo» a lo que ellos hacen. Yo lo veo más a la altura de una multitud enardecida.
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