El debate por la gubernatura de Puebla se convirtió en una tormenta de ataques entre los tres contendientes: Alejandro Armenta Mier, Eduardo Rivera Pérez y Fernando Morales Martínez.
Si bien hubo propuestas en diferentes rubros, estas se vieron opacadas por los señalamientos y confrontaciones personales que hubo a lo largo de una hora y 40 minutos.
El Complejo Cultural Universitario (CCU) fue la arena de este encuentro, en el que también salieron involucrados los difuntos exgobernadores Rafael Moreno Valle y Luis Miguel Barbosa Huerta, así como el exgobernador preso Mario Marín Torres y el actual mandatario Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
La reciente detención de la candidata priista Tania Félix Gómez Trejo; la liberación del exdiputado federal Eukid Castañón Herrera; los hoyos financieros del barbosismo; los gastos del ayuntamiento de Puebla; los gastos del Senado de la República y el auto de lujo del jefe de asesores de Armenta Mier, fueron algunos de los temas que utilizaron los contendientes para atacarse.
En materia de propuestas, Armenta Mier reiteró su intención de establecer en el estado un mando único de seguridad, crear un plan hídrico y construir obras de infraestructura como dos líneas de cablebús.
Rivera Pérez planteó otorgar con recursos estatales 10 por ciento más a los programas sociales federales, así como la entrega de tarjetas de salud para que las personas accedan a servicios médicos privados que no se otorguen en el sistema público.
Morales Martínez a su vez planteó concesionar el Museo Internacional del Barroco (MIB); el Centro Expositor y el Centro de Convenciones, así como reducir el Impuesto sobre la Nómina (ISN) y hacer gratis la verificación vehicular.