…y nada que ver…
Me imagino que todos aquí somos seres humanos y estamos conscientes de que podemos equivocarnos. ¿Por qué perder el tiempo señalando los errores de los demás?, ni que fuera a costar la vida de alguien… ¿o es cierto eso de que la corrupción mata?, mejor me tapo un ojo o los dos…
Un contrato a los cuates no le hace daño a nadie y, en cambio, asegura la estabilidad financiera de una familia. Una pobre familia que ha sobrevivido con 200 tristes pesos en la cartera. Una familia que se ha enfrentado valientemente a la pérdida de un hermano. Que ha tenido que dar la cara cada vez que la prensa vendida pone al descubierto, gracias al INAI, todos los contratos de sus hijos y sus amigos. Que defiende a capa y espada a todos los señalados injustamente de corrupción. Una familia que se ha visto en la necesidad de enviar a su hijo a estudiar al extranjero, a una de esas escuelas fifís. ¡Qué triste!
Cuando veo las noticias y me doy cuenta de que un perno, nuevamente, es el culpable del mal funcionamiento de una MegaObra sólo me pregunto ¿cuánto le pagaron al periodista que investigó los contratos y los vínculos de los hijos de esta familia?
Entre la paja y la viga… me tapo un ojo
Y es que esos que sólo ven la paja en el ojo ajeno, y con paja me refiero a viga y con ajeno me refiero a esta noble familia, no ven todo el cochinero que nos dejaron los gobiernos anteriores. Por ejemplo, un metro que se descompone a cada rato, y no me vengan con que le faltó mantenimiento, una obra bien hecha tiene que funcionar al 100% los primeros 50 u 80 años de vida. ¿La línea nueva?, esa también se hizo en la época neoliberal, seguro que el poder de los conservadores la afectó en su construcción.
Y tú, ¿te tapas un ojo o ves los contratos en el gobierno ajeno y en el propio?
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