La revolución mexicana (1910-1920) había sacudido al país políticamente luego de que muchos mexicanos lo hubieran dado todo en su lucha por reformas agrarias y justicia social. Se sentía la esperanza de un cambio en el aire mientras Venustiano Carranza terminaba de consolidarse como líder; y fue así que convocó a una Convención Constituyente con el objetivo de redactar una nueva constitución para un nuevo amanecer nacional. Las sesiones dieron inicio el 1 de diciembre de 1916 en Querétaro, donde delegados de diversas facciones, intelectuales, militares y políticos participaron en su redacción. Todavía hervía la sangre revolucionaria cuando «El Congreso Constituyente» se debatía intensamente sobre cuestiones como la propiedad de la tierra, derechos laborales, educación y la estructura de lo que sería el nuevo gobierno. Carranza tenía muy claro a quienes deseaba invitar a su pequeña fiesta constitucional, y no se trataba únicamente de convocar a simpatizantes suyos y carrancistas sino también constitucionalistas que tuvieran experiencia legislativa, renovadores y miembros de la Sección de Legislación Social.
Finalmente, La Constitución fue promulgada el 5 de febrero de 1917 en el Teatro de la República en Querétaro, el nacimiento de “la nueva república mexicana”.
Este documento recién salido del horno estableció un régimen presidencialista y definió la separación de poderes reflejando las aspiraciones políticas y necesidades de la sociedad mexicana de la época:
- Preámbulo: Reconoce la lucha por la justicia social, la igualdad, la libertad y la soberanía del pueblo mexicano.
- Garantías individuales: Libertad de expresión, derecho a la propiedad, derecho a un juicio justo y prohibición de la esclavitud.
- Derechos sociales y laborales: Derecho a la educación, a la salud, jornadas laborales de ocho horas y condiciones laborales justas.
- Reformas Agrarias: Introduce disposiciones sobre la propiedad de la tierra buscando su distribución equitativa y reconoce los derechos de las comunidades indígenas.
- Separación de poderes: Establece la separación de poderes entre el ejecutivo, el legislativo y judicial con el objetivo de evitar la concentración de poder en una sola rama del gobierno.
- Régimen Presidencialista: Define un sistema donde el presidente es el jefe del Estado y de Gobierno, elegido por voto popular.
- Nacionalización de Recursos Naturales: Se otorga al Estado el control sobre los recursos naturales, reconociendo la soberanía del país sobre sus riquezas.
- Soberanía Popular: Establece que la soberanía reside en el pueblo, que ejerce su voluntad a través del sufragio.
- Mecanismos de Reforma: Contiene disposiciones que permiten su modificación y adaptación para reflejar las necesidades cambiantes de la sociedad mexicana.
Los tiempos han cambiado y esta constitución ha experimentado diversas reformas a lo largo de los años para adaptarse a una república en constante transformación social y política, pero sigue siendo indudablemente el reflejo de los principios y valores revolucionarios que definen la estructura de la República Mexicana.