Cuidado con el perro
La situación que vive el Revolucionario Institucional en Puebla, no se generó en este proceso electoral y la lucha por las candidaturas en su alianza con Acción Nacional.
Lejos muy lejos quedaron los carros completos, en donde el priismo arrasaba en las elecciones.
Desde la irrupción de Rafael Moreno Valle Rosas de la mano del exgobernador Melquiades Morales Flores, se empezó a desfigurar el tricolor y muchos vieron la forma de seguir vigentes en la política a cambió de traicionar a su partido.
En el actual proceso electoral hay que ver a los precandidatos al Gobierno del Estado, dos de los tres aspirantes fueron priistas, ex dirigentes estatales de este instituto político y con cargos de elección popular en el PRI, como son Alejandro Armenta Mier por Morena y Fernando Morales Martínez por Movimiento Ciudadano.
Con todo lo que ello implica que su primer círculo y sus operadores políticos así como su estructura fueran formados al interior del Revolucionario Institucional.
Cosa curiosa, el candidato del PRI, es un panista de cepa, el tricolor apoya a Eduardo Rivera Pérez, político formado en la derecha poblana.
Desde el 2010, cuando el ex partidazo pierde el poder, nunca se pudieron convertir en una verdadera oposición, la opción fue ser cogobierno con el morenovallismo a cambio de algunas posiciones y prebendas por parte del gobierno.
Así transitó el PRI en los años panistas hasta el 2018, con la llegada de Morena al Gobierno del Estado. Las cosas no cambiaron y esto se agudizo en el 2021, ya que los triunfos que obtuvieron los priistas en municipios y distritos fueron gracias al apoyo y la bendición del Gobernador en turno.
Hoy el tricolor, simplemente está siendo víctima de los actos de sus dirigentes, que nunca quisieron asumir un papel de oposición y prefirieron moverse al son de la clase política en el poder, buscando sólo benefició para algunos, sin importar que los proyectos personales provocaran la extinción de este instituto político.
Hoy se da cuenta de la salida de cuadros del PRI, pero son muchos más que se asumen como priistas pero están operando para Morena, desde el priismo: la simulación que tanto daño ha causado a este partido.
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